Tú decides lo que quieres hacer en tu vida, el camino que quieres elegir: izquierda o derecha; norte o sur. Pero a veces nuestra visión se nubla en el momento que más la necesitamos y no podemos ver con la claridad necesaria todo aquello que nos rodea y es imprescindible para tomar las decisiones correctas y menos perjudiciales porque al fin y al cabo casi todo tiene algún peligro.
Cuando nos involucramos en el amor, pensando que todo es maravilloso y nos posee un frenesí de emociones y sentimientos que al principio no entendemos y al final, indiferentemente del camino tomado, comprendemos que todo lo que sucede tiene un porque. No mucha gente suele creer en esto, pero cuando no encontramos ninguna razón lógica sobre el motivo de algún hecho, siempre es más fácil pensar en que un personaje, fenómeno invisible o cosa, llamada destino, ha querido que esto suceda y no cambiará de opinión.
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